Aranzazu Serrano hace un repaso a los personajes de cabello blanco que pueblan la novela fantásticas ¿Qué significado hay detrás del cabello blanco? ¿En qué momento su ‘maldición’ se convirtió en atractivo?

Considerados durante mucho tiempo malvados, enfermos o malditos ,los personajes de pelo blanco han inspirado en las mentes creadoras sensaciones muy diversas. En la actualidad, los Targaryen de Juego de Tronos o Geralt de Rivia en The Witcher son buen ejemplo de una fascinación que antaño fue desprecio. ¿Qué significado hay detrás del cabello blanco? ¿En qué momento su ‘maldición’ se convirtió en atractivo?
Hoy en día son legión: no solo en series y películas, sino también en la literatura y sobre todo en los cómics, cuyas páginas llevan poblando muchas décadas. Pero los personajes de pelo blanco no siempre gozaron de su popularidad actual.
El estigma del albinismo
Desde los monstruosos morlocks de La máquina del tiempo, pasando por los albinos degenerados de Lovecraft o el malvado torturador de La princesa prometida, el pelo blanco ha sido en muchas historias sinónimo de debilidad, maldad innata o depravación.
La NOAH (NationalOrganizationforAlbinism and Hypopigmentation) contabilizó hasta 68 películas que entre 1960 y 2006 incluían un personaje ‘albino malvado’.
Se trata de un estereotipo de villano especialmente arraigado en la cultura anglosajona, como lo demuestran Roy Batty en Blade Runner (1982), Jack Joshua de Arma letal (1987), los aterradores niños albinos de El pueblo de los malditos (1995), el terrorista ecologista de Contact (1997), el implacable Bosie de Cold Mountain (2003), los gemelos luchadores de Matrix reloaded (2004) o el monje Silas de El código da Vinci (2006).
En la literatura ya es posible rastrear en el siglo XIX esa animadversión por el albinismo (una alteración genética que se caracteriza por la ausencia de melanina y que usualmente conlleva problemas de visión y fotofobia). Tal es el caso de El hombre invisible (1897) de H.G Wells, cuyo protagonista, un científico con albinismo, es retratado como solitario, irascible, antipático, trastornado y finalmente con tendencias homicidas. Y no olvidemos que la ‘ballena asesina’ de Moby Dick(1851) también era una criatura albina.
En realidad esa percepción de villanía del albinismo se remonta al neolítico y en occidente arraigó especialmente en la Edad Media. Son muchas culturas en todo el mundo que ven en el albinismo una maldición. Las personas que nacen con esta alteración son consideradas feas y extrañas, y por lo tanto estigmatizadas, discriminadas e incluso asesinadas. En algunas zonas de África son perseguidas para hacer rituales mágicos con sus cuerpos, por culpa de creencias supersticiosas como la que afirma que mantener relaciones con una mujer con albinismo cura el VIH.
El misticismo del pelo blanco
Sin embargo, no todas las sociedades asocian el pelo blanco al albinismo, ni lo consideran de forma negativa. En Oriente, de hecho, existe una percepción muy diferente. La palidez es considerada un símbolo de belleza extrema, se asocia a la luz, la pureza y la inocencia, y es característica del misticismo y la divinidad.
Por eso el mundo del manga y el anime está poblado de personajes de pelo blanco: Ynuyasha de Rumiko Takahashi, Toshiro en Bleach y Near de Death Note son solo una pequeña muestra de ello.
Quizá contagiados en mayor o menor medida de la estética nipona, han proliferado en occidente los personajes de pelo blanco con un rol positivo, con Elsa de Frozen a la cabeza; una versión mucho más amable y cálida que el personaje de la inspiró, la reina de las nieves de Andersen.
En esta misma línea de asociación entre el pelo blanco y lo sobrehumano, el cómic americano lleva décadas de adelanto, con superhéroes tan populares como Tormenta, Emma Frost, Mercurio, Paloma o la Gata Negra exhibiendo su exótica (y bella) cabellera inmaculada.
Personajes de pelo blanco en la literatura fantástica actual
Entre las novelas de fantasía adulta de los últimos años, el Cosmere de Brandon Sanderson también otorga al cabello blanco cierto halo místico, como prueban los elantrinos o el misterioso personaje de Hoid, cuyo color de pelo es un guiño para reconocerle en sus múltiples apariciones.
Con George R.R. Martin la línea entre misticismo y villanía es muy fina, con la resplandeciente familia Targaryen de Canción de hielo y fuego caminando entre la locura, el incesto y el prestigio de cabalgar dragones. Para compensar, en la misma saga encontramos el lobo albino de Jon Nieve, Fantasma, que todos querríamos adoptar.
De pelo blanco es también Geralt de Rivia, protagonista de los libros de Sapkowskiy también de la serie y los videojuegos deThe Witcher. En su caso su alteración no es genética, sino provocada por ingredientes alquímicos que ingirió como parte de su entrenamiento como brujo.
El cliché del albinismo perverso, no obstante, todavía permanece en obras anglosajonas como La primera ley de Abercrombie, con el personaje del practicante Frost. En cambio en nuestro país encontramos albinos heroicos como Nicasia Recorretúneles, la ingeniera knocker gruñona pero entrañable de La corte de los espejos y La última primavera; Yebra, la mujer de los bosques, protagonista de La Orden de Santa Ceclina de Susana Vallejo; así como los protagonistas de Neimhaim.
Neimhaim, el albinismo como estandarte
Como muchos otros tejedores de historias, confieso que tampoco pude escapar al embrujo de los personajes de pelo blanco, y más concretamente albinos, cuando en mi cabeza se gestó la idea de Neimhaim, allá a comienzos de los años 90.
Tuve un referente primordial: Elric de Melniboné. El antihéroe de Moorcock me cautivó. Era la antítesis del personaje clásico de espada y brujería, un emperador débil y enfermizo, dependiente de sus drogas, subyugado por las artes oscuras, señalado por la tragedia y por supuesto, albino.
La idea de escribir una historia con protagonistas con albinismo me resultaba tremendamente atractiva. Pero al contrario que Moorcock, yo quise hacer de la palidez una distinción sobrenatural asociada con la nieve y el invierno. En Neimhaim el albinismo adquiere una dimensión definitivamente épica. Así sus protagonistas, Ailsa y Saghan, nacen en mitad de un gran temporal, su piel y su pelo son tan puros como los copos que caen del cielo, y esto les convierte en una leyenda. (Aquí puedes encontrar toda la información sobre Neimhaim).
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